domingo, 13 de mayo de 2007

Domingo noche

Vaya día de escribir...
Ahora acaba de salir por la puerta una de mis compañeras de piso, la más compañera de todas, con todo lo que la palabra implica. Ha quedado con un chico... y yo estoy aquí, con el pelo recién secado de la ducha y el chándal puesto. Me siento... no sé cómo explicar cómo me siento... quizá la mejor explicación sea la que acabo de dar: con el chándal puesto un domingo por la noche mientras mi compañera se echaba rímel y se ponía los tacones. A veces ocurren errores y soy yo la que está saliendo por la puerta pero eso hace mucho que es cada vez más infrecuente. Me pregunto si será la vida, las casualidades o yo. Cada vez tengo menos ensoñaciones cuando me acuesto, hace mucho que olvidé qué es el gusanillo cuando "le ves"... hace tiempo que cuando se habla de formar una familia, del trabajo, el futuro, y la supuesta vida asentada que nos espera a medio plazo, digo "si tuviese hijos(...)", "si alguna vez vivo con alguien (...)". No tengo ninguna esperanza en encontrar ese sentimiento, y lo más serio es que cada vez me da más igual. Antes era para mí simplemente impensable no seguir el camino del trabajo, el coche, la casa, la boda, los niños. Es la vía que sigue el 90% de los mortales, y están también los disidentes, los antisistema y todo eso... que es muy bonito y muy volátil, pero también muy valiente. Pero a mi no me vale. Yo quiero mi vida normal, mi vida tranquila y estable, puede parecer que no le pido mucho a la vida a ojos de algún pseudomoderno que terminará teniendo el cocker en su jardín de 7 x 3 , pero para mí es pedirle mucho. Me gusta esa vida. No me refiero a la del maridito y al mujer florero. No. Me refiero a que quiero tener hijos. No quiero estar sola el día de mañana y no me importan los cacharros de plástico en la playa ni lavadoras de baberos. Quiero saber qué es ver cómo una persona aprende a andar, enseñarle a atarse los cordones y a hacer trenzas. Dicen que como se quiere a un hijo no se quiere a nadie en este mundo y quiero saber qué es eso. Pero también quiero conseguir un trabajo "de lo mío", para lo que llevo destrozándome la espalda, la vista y los nervios durante tantos años. Por lo que he llorado tantas noches de antes de un examen o dormido 3 horas diarias durante una semana. Y también quiero compartir mis días con alguien que me mire al fondo de los ojos. Puede parecer poco a ojos de algunos, pero yo creo que es pedir bastante.
Y aunque no parezca tener nada que ver, en estos momentos no es que vea lejos todo eso, sino que es simplemente una utopia, dicen que existe pero yo no lo veo.
Mentiría si no dijese que siento envididia insana por ella, que me gustaría que viniese echando pestes de él y diciendo que no van a quedar más. No soy muy buena persona por sentirlo, pero ahora mismo estoy derrumbada. No es justo pensar esto, me intento autoconvencer, y es que me estoy viendo amargada, frente a la pantalla del ordenador, lamentándome por mi soledad asquerosa...no es la actitud, pero cuál es? Tengo fama de risueña, de alegre y de sociable. Solamente cuando estoy sola me permito el lujo de lloriquear. Por qué no puedo mantener esa actitud siempre, la que le pongo al resto del mundo?
No puedo, no lo consigo... no me gustaría que le fuese bien (y lo siento un montón).

No hay comentarios: