viernes, 8 de junio de 2007

Madrugar y operación exámenes


Me he puesto el despertador a las 6 de la mañana, y no he conseguido levantarme hasta las 7:20. No conseguía ni abrir los ojos, ni siquiera darme media vuelta para cambiar de postura: el cuerpo me pesaba como si estuviera atada a la cama. Y eso que ayer no me acosté nada tarde, y había dejado de estudiar a las 8 de la tarde, es decir, que no puedo achacar mi cansancio a un intenso día de estudio que me dejara la mente molida. Precisamente por ese dia tan poco fructífero que fue ayer, decidí recuperar el par de horas que me faltaron como mínimo de estudio levantándome hoy más temprano. Pero no ha podido ser, y me he puesto alrededor de las 8.


Me quedan menos de 3 semanas para finalizar, pero no sé si eso es bueno o no, porque de los 4 exámenes que me faltan, 2 son las asignaturas que menos me gustan: Dirección de la Producción y Econometría II, a las que además creo que no he ido a más de 3 clases en todo el cuatrimestre. No es que sean a primera hora de la mañana... es que además de que no me gustan nada, son a última, que para mí es mucho peor. Porque por la mañana no suelo ser perezosa (salvo días como hoy) para levantarme, duermo poco y no me cuesta trabajo ponerme en pie; es más, me gusta ver qué me pongo, arreglarme un poco.. pero a eso de la 1 de la tarde, después de 5 clases, mi cuerpo ya no puede más, la cabeza me pide que vale ya de tanto conocimiento... y si encima no me solicitan la presencia con una obligación de asistencia o un profesor muy estimulante, pues como que se hace muy cuesta arriba. Si a todo ello le añadimos el ingrediente de que la asignatura es un tostón... ya tenemos el plato listo para llevar a la mesa: "¡una de inasistencia total!"


Pero eso ha sido mi vida diaria durante el curso, ahora es totalmente diferente. En casa todo el día, la coleta, el pijamachándal, las ojeras... y el color blancuzco verdoso éste que se pone de relieve cuando hace calor y te quedas en manga corta, y sales a la calle y ves que la humanidad está morena... echas culo (perdón, trasero) porque NO TE MUEVES de posición, voy de la cama a la silla, de la silla al sofá (en mi piso comemos en el sofá con la bandeja para ver la televisión mientras), del sofá a la silla, de la silla al sofá, vuelta a la silla, y después a la cama. Todos los días. Y encima cruzo las piernas todo el tiempo... una celulitis, niña... que me compré la crema de Mercadona y hasta parecía que hacía efecto, pero claro, eso, mi tratamiento Clinique para "tener una piel radiante", y la depilación de las cejas (y del cuerpo en general) han pasado a un plano bastante secundario: ¿para qué quiero tener las cejas perfectas para estar encerrada en casa?


Claro,luego llega el día del examen y... HORROR. "Cómo salgo a la calle con estas pintas... la de kilos que he cogido... mañana retomo la operación bikini...blabla...". Sí, intenciones, intenciones... cuando llega "mañana", una se vuelve a plantar su pijamachándal, y vuelta a comenzar. El día que acabe y me quiera poner una falda y una camiseta que enseñe más piel de lo normal probablemente decida beberme una copita de cianuro.

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