martes, 18 de septiembre de 2007

De culturillas


Esta mañana he estado en el Museo Thyssen. Está muy bien, no digo que no, pero qué rematadamente cursis son los que redactan lo que dicen las audioguías (ya sabes, los cacharritos ésos tamaño walkie-talkie que te cuentan lo que ves).

Qué momentazo cuando me ha sonado el móvil, a toda pastilla, que parece la música salida del Total House Remix 2007. Decenas de ojos tras gafas de pasta-metal me han mirado lanzándome rayos asesinos. Uy...

2 comentarios:

Mr. Hyde dijo...

Lo peor de las audioguias es ese tono de pretendida autosuficiencia que adoptan los narradores, tipo: "Mira como molo, todo lo que sé, y tu tienes que escucharme para enterarte de algo". En fin, lo único que me consuela es que esos narradores son pobres esclavos, encadenados en cuchitriles que a cambio de la promesa de libertad graban una audioguía tras otra. O quizá no, pero... aaaahh, que alivio da pensarlo.

Campaña: "Where is Rufus now?"

Vic dijo...

El conceptualismo escandinavo se presenta en esta obra que, gracias a los tonos pastel, logra un trazo rápido, atrapando la luminosidad y al mismo tiempo la alienación del hombre en su catarsis atemporal.

Ayyyy que me partoooooo...!!