lunes, 9 de junio de 2008

Es lo que hay


Y ná, aquí estoy otra vez. Esta fase de entradas la podría llamar CRÓNICA DE UNA ANSIEDAD ANUNCIADA, emulando a mi admirado García Márquez. Era algo que se veía venir, lo veía venir desde hace mucho, algo que se ha ido cocinando a fuego lento, y como salen las cosas a fuego lento, está bien calaíco por dentro, como dice mi madre. Los últimos días han sido de estallido total y ahora, de nuevo, a chutarme.

Seguro que a partir de ahora todo va a mejor, seguro que al final hay final feliz, porque voy a hacer todo lo que esté en mi mano, para que no me quede ni un resquicio de culpabilidad, por sentir que lo di todo, porque sé que puedo, porque ya lo he hecho muchas veces. Que no queda nada, ése es el lema a grabarme ahora. Cuando se toca fondo ya sólo queda ir hacia arriba, y ése ha de ser el objetivo ahora, no permanecer en el fondo. Cuando ya todo se pase de verdad, ya reflexionaré. El médico básicamente me ha dicho lo que escribí en el post de ayer, así que al menos no voy tan desencaminada. Entonces ya me tocará buscar mi sistema, buscar una idea, algo que me ayude, algún método para relajarme, que no sean los fármacos. Estoy deseando volver a ser quien era, volver a ser fuerte y positiva, porque lo he sido, aunque casi ya ni me acuerde, volver a tener aficiones, intereses y planes diferentes, volver a ponerme mi famosa sonrisa a todas horas, que se me está quedando la cara como la de Nicole Kidman (por la inmovilidad en la boca causada por el bótox, no por los ojos azules rasgados fantásticos que tiene la jodía).

El caso es que creo que son cuestiones de fondo que están amenazando con convertirse en parte de mi personalidad, es como un cáncer que se agarra a los tejidos que tiene alrededor y los contamina. Y quiero echarlo todo fuera, extirpar, arrancarlo de cuajo. Para todo eso habrá tiempo. Primero tengo que pasar lo que queda, hacer el sprint final como mejor se pueda, y no quedarme como esos atletas que tras hacer los y pico de kilómetros de maratón, cuando les quedan 5 metros para la meta, se quedan tirados en el suelo sin poder ni abrir los ojos. Eso no. Mejor no pensarlo en la medida de lo posible, evitar la idea de que tengo este problema, y ya vendrán tiempos mejores.

Porque I do know que vendrán tiempos mejores. Y dentro de poco.

No hay comentarios: