domingo, 8 de junio de 2008

Laissez faire, laissez passer


Esta mañana me he despertado con mucha determinación, pero la determinación se ha quedado durmiendo conmigo una hora más. Al final, la hora de siempre, y es que algo más de 5 horas no es suficiente para el cuerpo. De nuevo estoy, a la hora de siempre, un poco enfadada conmigo, pero ya bastante resignada. Realmente, esa hora más que me he quedado en la cama no he podido dormir porque hay un perrito pequeño de no sé qué vecino que aúlla sin parar. Lleva desde las 7 de la maña aullando, y son casi las 10. Podría ser peor si ladrase, pero sigue siendo molesto.

En fin, de nuevo con mi estado de ánimo cascarrabias general me he levantado a desayunar y aquí estoy, en mi trono habitual. Esta mañana supongo que cogeré Internacional por última vez hasta que tenga el examen de Métodos; sigue pareciéndome que 4 días son una ridiculez para estudiarme ESO, pero es lo que hay y punto. Eso sí, tengo que aprovechar el tiempo hoy al máximo, y éste cuartelillo escribiendo el blog es el único que me voy a dar hoy. Las horas están contadas, y cada una de ellas es fundamental para terminar con éxito, de una vez por todas. Es lo que más me importa ahora, lo que más necesito. Luego ya veremos qué pasa, ya habrá tiempo de pensar en otras necesidades, en todo lo demás que tengo abandonado. Ahora solamente lo que tengo inmediatamente por delante.

Ayer hablaba con una amiga, y las dos coincidíamos en pensar que los exámenes van a llegar, se van a hacer, y van a terminarse lo mismo con nervios que sin ellos (aunque lo mío, más que nervios, deba ser calificado de Pánico), así que mejor aplicar la filosofía Take It Easy. Y también coincidíamos en que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, como todo en esta vida. Supongo que cuanto más lo piense, más consciente seré de la ansiedad y más difícil será por tanto, abandonarla y olvidarse de ella, por tanto, a veces intentar poner remedio a las situaciones es contraproducente (como muy bien sé). El asunto es distinguir cuándo hay que bordear el problema y cuándo hay que atacarlo de frente.

That's the point, baby.

Por ahora voy a ordenar la superficie plana que se extiende ante mí, portadora de montones de ropa, bolígrafos, periódicos, y toda clase de material de papelería sin orden ni concierto alguno (anteriormente conocida como Mi Mesa), y a comerme el libro de Internacional, se me indigeste o no.

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