domingo, 2 de enero de 2011

¿Nunca es tarde para empezar?


Retomo mi blog a día 2 de enero. Podría haberlo hecho el 1, por eso de ser ordenada y cumplidora con los propósitos... pero no nos vamos a engañar, ni soy de fuerza de voluntad firme, y siquiera tengo muy claro lo de volver a la blogesfera.

Por si queda algún seguidor fiel o como dicen en la tele, para aquellos que se acaban de incorporar, diré que dejé las oposiciones y he vuelto a trabajar en un despacho. El nuevo no es de relumbrón ni campanillas, como era aquel en el que empecé a trabajar hace ya más de dos años, sino uno como otro de tantos, fundamentalmente dedicado al Mercantil, por hablar en términos generales.

Dejé las oposiciones porque en el Debate del Estado de la Autonomía el Presidente anunció que se iba a congelar la plantilla de funcionarios de la Junta de Andalucía hasta 2013: es decir, que no habría oposiciones hasta entonces, y que la tasa de reposición sería del 5%, o lo que es lo mismo, que de cada 100 jubilados/fallecidos/etc sólo se repondrían 5 plazas. No hace falta decir la indignación, llantos, arrancamiento de mechones de pelo a causa de la histeria y demás gestos de desesperación que hubo en mí al saber la noticia. Me lo estuve pensando varias semanas y al final decidí "qué carajo, si no es el momento ahora, pues no es el momento, y qué se le va a hacer". Lo cierto es que me sentí que desperdicié un año y bastante dinero, para no haber tenido ni siquiera una oportunidad, y para lo segura que estaba de que era eso lo que quería.

Finalmente decidí buscar trabajo, y empecé pensando qué es lo que quería, y a rellenar curriculos on line, a mandar mails, cartas, a darme de alta en páginas y páginas de búsqueda de empleo. Pero en lo que yo quería no había ofertas, ni recibía noticias de nadie. Una vez que comprobé que siendo selectiva no iba a ninguna parte, decidí "echar a todo". Tras un mes de tomarme el hecho de buscar trabajo como un trabajo en sí (es decir, levantarme pronto, ponerme a ello, comer, y volver a ponerme), conseguí que me pidieran una entrevista de un despacho de abogados con buena pinta, la hice y me ofrecieron el puesto.

He de decir que no deseaba volver a ejercer, y que tengo claro que la abogacía no es MI profesión, pero he de ser realista, y no puedo estar pensando en las musarañas mientras España está en crisis. Tengo trabajo, hago curriculum, aprendo una profesión y aprendo Derecho, me mantengo actualizada, adquiero "skills" -como se dice en inglés, o "habilidades", gano dinero... es más ventajoso estar así, la verdad. Sin embargo, ni me siento realizada ni feliz, no voy a engañar a nadie. Hay días que lo veo más negro que otros, pero lo cierto es que no me siento identificada con mi trabajo. Supongo que es lo que toca, que en este momento hay una enorme mayoría de personas que o bien hacen algo que no les llena -que es el mal menor-, o lo que es peor, no consiguen trabajo ni a tiros, o tienen que contentarse con un trabajo muy distinto a aquél para el que están preparados. Así que me siento una privilegiada en ese sentido.

Por estas evidentes cuestiones, el blog VUELVE a cambiar de nombre, y me autodoy la bienvenida. Saludos a quien me lea y saludos a mí misma, por volver a la afición de escribir.

Ciao.
* Nota: No sé si se da el caso en esta entrada, pero se dará en las próximas seguro, y antes de que digáis "uy la Vic que iba de culta y mira tú que se pasa las tildes por el mismísimo ojal del abrigo", advierto: me gusta escribir y por tanto procuro hacerlo lo mejos posible: cuidar la puntuación, evitar las cacofonías, utilizar el vocabulario más apropiado y cuidar la ortografía... pero la RAE me la ha jugado recientemente con las tildes y ya no sé qué narices va con tilde y qué no. Ni decir que me niego a poner "sexi" o "pirsin", porque esto es un desmadre... ¿Tengo que escribir todos los extranjerismos como suenan o sólo algunos? Porque por ejemplo, si escribo software como suena, tendría que poner "sóggüer" (yo lo digo así, que soy andaluza), y no hay palabra equivalente en el español. En fin... sólo es un aviso a navegantes.

3 comentarios:

Versión11 dijo...

Vic, qué putada lo de la congelación.

Bueno, en primer lugar, feliz año nuevo. :)

Ya sé que mal de muchos es consuelo de tontos, pero hay tela de gente con un trabajo como tú lo describes. En fin, yo espero que esto de la crisis y la paralización (o bajada de plazas) de las oposiciones sea lo más temporal posible y que algún día puedas volver a planteártelo. Tengo una amiga que opositaba a inspección de trabajo y les bajaron las plazas a una cantidad tan ridícula que también la dejó. En fin, bueno, yo me puedo dar con un canto en los dientes, las mías se mantienen (de momento). Así que sigo estudiando y siendo opositora y me seguiré pasando por aquí.

Aunque no te guste el trabajo, ¿no prefieres trabajar a estudiar? porque si no lo prefieres es que tienes vocación de opositora jeje. Todos los opositores que conozco que se han puesto a ejercer sólo cantan alabanzas al hecho de vestirse por las mañanas, salir de casa y ganar dinero. :)

Vic dijo...

Qué alegría verte por aquí, Versión. Feliz año nuevo a ti también :)

Sí, me considero una afortunada para los tiempos que corren, y sobre lo de trabajar u opositar... todo tiene sus pros y sus contras. No sé qué decir, la verdad. Supongo que todo depende de la perspectiva que se coja.
Me alegro de que las tuyas no se haya visto resentidas, por suerte le han echado algo de cabeza al asunto y se han dado cuenta de que son necesarias más plazas. Así que ánimo y a por ello!

Anónimo dijo...

Hola Vic. Acabo de leer tu entrada y me gustaría preguntarte algo.

Yo oposito a judicatura y estoy pensando abandonar. Es muy duro, ves que la vida pasa a tu lado consumiendose y no avanzas.
Con tu experiencia buscando trabajo ¿crees que los despachos de abogados valoran el haber opositado? ¿Puede ser un factor positivo a la hora de encontrar trabajo?

Gracias por tu tiempo