sábado, 28 de febrero de 2009

Un buen día


Hoy ha sido un día bueno. Ayer me preguntaron: ¿Qué pasaría si todo saliese perfecto? No sabía qué responder ni cómo imaginar ese día... Pues hoy ha sido un día de esos que te sorprenden, en los que obtienes más de lo que esperas. E igual que me quejo cuando hay un día que me sale todo torcido, es de justicia que reconozca cuándo salen las cosas mucho mejor de cómo creías que iban a suceder.

El master ha sido muy entretenido, el camino en bus tranquilo y por primera vez... sin frío!! Con planes para viaje a Sevilla incluidos. La sesión de negociación ha sido muy entretenida y me han escogido como la mejor negociadora, lo que me ha dado mucha alegría (menos mal, después de todo, ha compensado el rato intentando reprimir mis ganas de ahogar a alguna compañera "obstaculizadora"). La vuelta bien, charlando con Afri que no se viene casi nunca, y al volver, cena con mi compi de piso del año pasado, verla me ha dado más alegría de la que esperaba, y ¡me ha hecho mucha ilusión que me diga que me echa de menos! La verdad es que cuando sientes un poquito de reconocimiento te sientes más ancha que larga, y hoy han sido pequeñas cositas que han provocado que me encontrase satisfecha: cuando las Mercantiles me han dicho que me sentara con ellas y mis compis habituales me habían buscado sitio, cuando me han escogido como la mejor de mi grupo negociando, la cena con mi amiga...

Y vuelvo a casa y descubro que tenemos un BMW!!! Eso ha sido espectacular! Broche de oro al día! Para qué lo vamos a negar, da como una cosilla especial saber que vamos a tener un coche así en casa...¿me dejará mi padre conducirlo? Jejejeje!

Y mañana a Madrid. Me da pereza, pero me apetece mucho por otra parte. Me voy a dormir, a aprovechar al máximo las pocas horas que estoy durmiendo últimamente.

Hoy es el cumpleaños de mi hermano, mención especial al acontecimiento y a sus 19 años. Este año me propongo hacerle la vida más fácil y ser más cariñosa con él, que se lo merece.

jueves, 26 de febrero de 2009

...hoy quiero regalar una poesía


...pero no me nace la inspiración. La musa de mis sueños se esfuma entre tus dedos, y se marcha, estirada, melodramática y fría como las palabras de un adiós. Hoy me gustaría sentir intensamente tus caricias, las que se quedaron cuando me marché en el vagón. Quién me lo iba a decir, son esos días, yo en Londres, tú aquí, cuando más amor he recibido de ti.

Y sin embargo apuesto a que aún te quiero. A que tus palabras y tu atención son todavía mi rayito de luz cada mañana, a pesar de que no te des cuenta de que me los das. Da igual, yo me los invento y así sobrepaso la rutina de este trabajo que me consume... y es tanto así que cada pitillo que me fumo te lo dedico, aunque a ti nunca te haya gustado la nicotina.

Con la guitarra entre tus manos y mirándome de frente es como te quiero ver siempre, cantando esas cosas que sólo tú sabes escribir, y es que tus canciones son las más hermosas que he escuchado nunca... mucho más si me las cantas a mí. ¿Quién es Sabina? Y con permiso de Alejandro Fernández, tu boca canta más bonito cualquier verso que el más afamado cantante o cantautor.

Y en el quicio de la puerta espera una canción, entre las cuerdas de una guitarra oscura, esperando que la descubras y la saques a pasear. Igual que yo, que sin ser domingo de ramos me puse mi mejor vestido para quedarme en el muelle de San Blas... extraña manía la de quererte tanto.

viernes, 20 de febrero de 2009

Forever Young


Let's dance in style, lets dance for a while

Esta canción significa mucho para mí... es la canción del piso de Moncloa, de mis hermanas, de mi casa, de esa época dorada, es esa canción que cantábamos abrazadas y con varias copas (o calimocho) en el cuerpo. La que no faltaba en ninguna fiesta, ni en niguno de esos cumpleaños que hacíamos las cuatro, como una pequeña familia, sin necesitar a nadie para reírnos y hablar de todo hasta las mil, a pesar de estar juntas a todas horas.

Se convirtió en nuestra canción sin proponérnoslo, como siempre ocurre cuando una canción se gana ese título. No lo hicimos a propósito, pero sin darnos cuenta habíamos elegido todo un himno a nosotras, a esa época de nuestra vida, a toda esa gente que era como nosotras, a esa actitud de esos momentos de cantar abrazadas sin pensar en nada más.

Me gusta su mensaje, me gusta que tiene varias versiones, me gusta porque a mi Cris de Madrid le gusta también, y me gusta porque es optimista, porque suena bien y porque es en inglés.


Heaven can wait we're only watching the skies
Hoping for the best but expecting the worst
re you going to drop the bomb or not?

Let us die young or let us live forever
We don't have the power but we never say never
Sitting in a sandpit, life is a short trip
The music's for the sad men

Can you imagine when this race is won
Turn our golden faces into the sun
Praising our leaders we're getting in tune
The music's played by the mad men

Forever young, I want to be forever young
Do you really want to live forever, forever and ever
Forever young, I want to be forever young
Do you really want to live forever?
Forever young

Some are like water, some are like the heat
Some are a melody and some are the beat
Sooner or later they all will be gone
Why don't they stay young

It's so hard to get old without a cause
I don't want to perish like a fading horse
Youth's like diamonds in the sun
And diamonds are forever

So many adventures couldn't happen today
So many songs we forgot to play
So many dreams swinging out of the blue
We let them come true

Forever young, I want to be forever young
Do you really want to live forever, forever and ever
Forever young, I want to be forever young

Do you really want to live forever, forever and ever
Forever young, I want to be forever young
Do you really want to live forever?

4EVER YOUNG!!!

domingo, 15 de febrero de 2009

Incapaces de amar


Resulta ser una macabra casualidad el libro que me estoy leyendo y los sucesos de los que he tenido noticia en las últimas horas. El libro se titula “Los hombres que no amaban a las mujeres”, y aparte del hecho de que en cierto capítulo, se habla de una serie de crímenes extremadamente violentos que se cometieron contra mujeres, el libro refleja diversos tipos de relaciones, entre las que se incluyen algunas desviaciones comunes, pero desconocidas, como es el sadismo.

No sé si el monstruo que ha sesgado la vida de la muchacha de Sevilla es un sádico o no lo es, no soy experta en la materia (afortunadamente), pero lo que sí es cierto es que sufre algún tipo de desviación seria. Se dice que “matar es muy, muy fácil, pero hay que estar hecho de una pasta especial”, y más aún para derrochar tanta crueldad con alguien a quien has querido. Pero, perdónenme que no me crea que la quisiera en momento alguno. Hay personas que tienen recortada la capacidad de amar, e incluso la de la empatía. Esos son los psicópatas. Afortunadamente, no se considera atenuante a la hora de establecer la pena, y quien sufre de estas características, es imputable como el que más (sólo faltaría).

El estar leyendo el libro, y el hecho de que al tiempo de haber llegado al capítulo de los crímenes, haya coincidido con la confesión del asesino de Marta del Castillo no hace sino demostrar la triste, desagradable e injusta –injustísima- actualidad de los crímenes machistas. Tal y como reza el título, son innumerables los hombres que no aman a las mujeres, y es que la misoginia, que nadie reconoce pero que más de los hombres que se cree la padecen en uno u otro grado, es, junto con el hambre, el problema más grande que hay en el mundo. ¿Será el miedo? ¿Cuándo se dará cuenta el hombre de que la mujer es su igual y su compañera en la tierra? ¿Cuándo nos trataréis en paralelo? La mayoría de los hombres, en su fuero más interno, ve a la mujer como ese ser semejante que hace esfuerzos constantes por ponerse a su nivel. Es posible que en un momento determinado fuese así, y es que milenios y milenios estando rebajada a parturiento animal de carga no son tan fáciles de hacer desaparecer. Sin embargo, aún los hay que ven a su novia como una Termomix, que lo hace todo en tiempo récord y sin que te des cuenta de su esfuerzo (y para colmo, lo hace bien).

Yo diría que nadie se rebajase, que nadie aguantase ni una chulería, ni un mal gesto, ni una degradación de lo que cree que merece. Pero el problema es que cuando eso ocurre, a veces es tarde. Cuando el ex marido persigue a la ex mujer para matarla allí por donde va, cuando amenaza a toda su familia, cuando la persigue como persigue la mafia a un deudor, entonces poco hay que hacer. Es un problema de muy difícil solución, es una tragedia que no hay por dónde enderezar, y toda ella causada por el hombre, por ese ser que se empeña en mantener a la desesperada el puesto del trono en el mundo, que hace ya mucho tiempo que perdió.

domingo, 8 de febrero de 2009

Domingo de televisión


Me he pasado toda la tarde viendo "Forrest Gump". Ya la había visto hace bastantes años, y recordaba el argumento y algunas cosas... las típicas, lo de la caja de bombones, lo de que "tonto es el que hace tonterías", lo de que Jenny llevaba una vida alocada, se hacía hippie y se drogaba, lo del niño, el ping pong, Vietnam... se puede decir que me acordaba bastante bien de la película, pero de la superficie nada más.

Me he reído con la inversión en la empresa frutera, cuando en realidad se hace con un buen paquete de acciones de Apple... y me he emocionado cuando el teniente acude a su boda, cuando le enseña sus "piernas mágicas", y cuando dice que su hijo es "la cosa más bonita que ha visto en la vida". Me asombra su sencillez y esa capacidad de contentarse con lo más simple, porque se queda con la esencia de las cosas. Creo que esa es la clave.

Él recuerda todo el tiempo a Jenny, en las épocas de sus largas ausencias, pero no está triste. Solamente es al final cuando dice "te echo de menos", y es que él antes siempre guardaba la esperanza de su regreso, él siempre sabía que tarde o tempranos, Jenny volvía. Cuando sabe que es definitivo, cuando pierde la esperanza, es cuando las lágrimas le vencen.

La fotografía que he puesto es de la escena en que ella tira piedras contra su propia casa y, después, cae al barro. Al día siguiente es cuando él sale a correr sin ninguna razón, sólo porque le apetece y, después de más de tres años haciéndolo, recuerda que su madre decía que "hay que dejar el pasado atrás antes de seguir adelante". Es una de las frases más sabias que se pueden decir... y es que cuando peor lo pasamos las personas es cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. Es entonces cuando se produce la crisis.

Ello no quiere decir necesariamente que todo lo viejo deba necesariamente morir, ni que a todas las oportunidades se les deba dejar entrar en nuestra vida cuando hacen aparición. Hay que ser lo suficientemente inteligente, selectivo y tener algo de clarividencia. Porque lo viejo se puede arreglar, renovar, y lucir mejor que nunca, pero, aplicando la frase de la película sobre dejar el pasado atrás, hay que olvidar el pasado estropeado de ese algo que se renueva. Solamente pudiendo perdonar y olvidar se puede avanzar. Los recuerdos son una gran tara y una maleta demasiado pesada que cargar, que nos restan frescura, espontaneidad y capacidad de asombro, tres cosas fundamentales para ser feliz.

Me gusta el final agridulce de la historia, de esos que te dejan en el sillón con los ojos aún húmedos y sin querer despertar de ese estado, esa especie de otra dimensión en la que has estado sumergida durante la película. Cuando los créditos empiezan a aparecer, vas recuperando la conciencia de la ventana del salón, del sofá, la mesa... porque durante algunas horas las has pasado viviéndolas con los personajes.

Es una historia de un amor puro, de un amor que sobrepasa el tiempo, los intereses y los estilos de vida. Es un amor desde los más tempranos comienzos de la vida, desde apenas el nacimiento de la conciencia... hasta el último momento, hasta las últimas consecuencias. Me gusta cómo le lleva el desayuno a la cama, con flores en la bandeja, y la deposita con mimo en la mesilla de noche. Después le abre la ventana para que entre el sol, se sienta a su lado y le coge la mano. Cuánta ternura he visto en ese momento, a pesar de que no es uno de los momentos de amor más... espectaculares de la película.

Podría escribir mucho más, y escribir muchas más reflexiones a raíz de ver de nuevo la película, pero me extendería demasiado. Solo me falta decir que creo que es una de las mejores películas que he visto.

Después del Triplex

Hacía tiempo que no escribía por la noche, y con unas cuantas copas de más... o de menos, porque a veces me gustaría ahogarme en un vaso y que el silencio del líquido me rodeara, y flotar dentro de una pequeña pecera oscura. Es cuando me salen las ideas más raras, y también cuando el subconsciente aflora más. Prefiero escribir sin pensar demasiado en lo que pongo, y al final el texto resulta ser una sarta de ideas inconexas en principio, pero que siempre sigue un fino hilo argumental.

Tengo ganas, al mismo tiempo, de meterme en la cama, con mis pensamientos, que son los únicos que yo controlo. Cuando me acuesto, esos minutos antes de quedarme dormida, los aprovecho para inventarme historias, para crearme una vida y una realidad a mi gusto, donde todo lo pinto de los colores que me viene en gana. Ahí es cuando realmente disfruto, cuando todo me sale como yo quiero. Por eso estoy deseando ahora mismo meterme en la cama. Se dice que hay que luchar porque los sueños se hagan realidad, pero lo cierto es que los sueños no los controlamos, que no siempre deseamos lo que soñamos y que, además, a veces tenemos pesadillas. Realmente, por lo que deberíamos luchar por convertir en realidad es por esas "ensoñaciones", por llamarlas de algún modo, ese cuento que nos creamos cuando nos entretenemos en darle forma a las ilusiones. Y la vorágine diaria hace que ese pequeño rato para crear y soñar despierta sea, precisamente, al irme a dormir.

De hoy me quedo con la novia de Óscar, que me ha caído genial, y con mi "look" renovado, porque me he visto guapa. Mañana toca trabajar, pero intentaré sacar un rato para mi nuevo libro, que lo tengo muy bien colocado sobre la mesa pero que aún no he abierto. Para mañana tengo muchos planes... pero ahora toca "dibujar". Así que a la cama a pensar en cosas agradables, a ilustrar una historia a mi gusto, a imaginar que esos sueños conscientes se hacen realidad.

sábado, 7 de febrero de 2009

It's pouring down


“Llueve a mares”, dijeron. “¿Cómo se dice en inglés?” En inglés… en inglés sé decir muchas cosas. Y me vi en el reflejo de la cristalera, detrás de una mesa larga de madera oscura, con las gafas puestas, que cada vez me acompañan más. ¿Me reconocí? No lo sé.

Fuera hace sol y hay viento. Stand by me… stand by me…

Cuando algo se hace bien, deberíamos hacerlo más, porque siempre uno se siente mejor al hacerlo, más satisfecho. ¿Qué se me da bien a mí? ¿Qué me gusta hacer? Ahora mismo escucho La Canción Para Un Día Soleado, de Red Hot Chili Peppers. Me la pongo para incitar mi sonrisa y mi buen humor. Una canción que me gusta mucho oír, y sobre todo, cantar, es “She will be loved” de Maroon 5 (de los que, por cierto, hace bastante que no oigo nada nuevo, con lo que me gustaban, sobre todo Adam Levine, je je), concretamente la parte de:

I don't mind spending everyday
Out on your corner in the pouring rain
Look for the girl with the broken smile
Ask her if she wants to stay awhile
And she will be loved
She will be loved

Esa canción siempre me ha gustado mucho, quizá porque siempre he deseado ser como la chica a la que le canta la canción, esa chica que parece desvalida y que tiene a alguien enamorado de ella, dispuesto a estar siempre a su lado, y solamente tiene que abrir los ojos para darse cuenta de que él está ahí. Quizá porque me he sentido muchas veces en la posición contraria. Esta semana he recordado la canción especialmente, la he tarareado un montón de veces, y hacía tiempo que no la oía. No sé por qué la he recordado, probablemente la haya oído en algún taxi o en la radio de pasada. La letra entera me gusta. Tengo un pequeño escrito, de dos folios más o menos, que escribí hace algunos años, cuando estaba en tercero de carrera. Relata una tarde normal, pero lo hago dando ciertos detalles de lo que me rodeaba en ese momento y de cómo me sentía, y está hecho de tal manera que cuando releo esos folios, revivo con bastante exactitud aquel momento. En esos folios recojo, en cierto momento, que esta canción que digo suena en la radio. Era de aquel año. Y me sorprende que siga estando tan presente ese sentimiento en mi vida.

Y want you make feel beautiful…