viernes, 8 de enero de 2010

Y tú, ¿comentas?

Últimamente diferentes medios se han hecho eco del fenómeno "blog", que parece que está de moda, aunque no entiendo muy bien quién decide poner algo de moda ni por qué, es decir, cuál es el motivo por el que algo que lleva exisitiendo cierto tiempo de repente adquiere una especial relevancia. He visto reportajes en programas de magazine, artículos en revistas, e incluso reseñas en otros blogs (metabloggueo, lo llamaría yo... como es el caso de este post).

No recuerdo cuándo tuve conocimiento por primera vez de lo que era un blog, y el primero de mi cosecha lo abrí... (tengo que hacer memoria) en enero de 2006. Tras unos meses de escasas entradas, menos comentarios aún, y un soberano aburrimiento porque no conseguía entender el método de editar las entradas, decidí abandonarlo y abrir otro (éste) en blogger. El motivo era el mismo por el que continúo escribiendo: me gusta escribir, y desde los ocho años he tenido diario, más o menos activo según las épocas. Me parece más seguro tenerlo en Internet que en papel, aunque paradójicamente Internet sea lo más abierto al mundo que hay, pero es como lanzar un mensaje en una botella al mar: para que lo encuentre alguien que me conoce y además me reconozca... De cualquier forma ya no escribo tanto sobre mi día a día, sino más bien reflexiones, porque poner las cosas por escrito me ayuda a ordenar mis propios pensamientos, y porque me gusta recordar situaciones, temores, alegrías o sentimientos pasado un tiempo.

Llevo ya más de dos años y medio con este "Periodicario". No tengo contador de visitas, porque no escribo para que me lean. Alguna vez lo he tenido, movida por la curiosidad, la verdad, y para mi sorpresa, las visitas son muchísimas más de las que yo creía. Parece que, o bien mis lectores son tímidos y no se animan a comentar, o bien es gente que llega hasta aquí por error y rápidamente se marchan... porque creo que en cuestión de unas tres semanas alcancé las dos mil visitas y, sin embargo, apenas tuve uno o dos comentarios. Éstos siguen brillando por su ausencia, y quienquiera que se detenga a leer esta página pensará que me dedico a predicar en el desierto. Pero ni es así porque, por un lado, sé que hay muchos en la sombra, y por otro lado, mi afán no es el de contar a nadie mis cosas, sino el que explico en el párrafo anterior.

Todo esto lo digo por un artículo que leí ayer, que dice que entre la multitud de blogs que pueblan Internet se produce un fenómeno de selección natural, y que sólo aquellos que verdaderamente lleguen a la gente y gusten se mantendrán, retirándose por aburrimiento los "bloggueros" que no consigan atraer a los lectores, y el autor del consabido artículo mide el gusto o la aversión del público a través del número de comentarios de los lectores, al igual que las revistas y periódicos lo miden por ejemplares vendidos. Esto no es rigurosamente cierto, ya que no todo el que lee comenta, aunque sí es verdad que el "feedback" que dan los comentarios anima a cualquier autor de blog, y da la sensación esa que he dicho de no estar predicando en el desierto. Pero claro, eso es aplicable solamente a aquellos que escriben para proyectar sus ideas, lo que no es mi caso.

Me encanta tener mi blog, poner mis chorradas, actualizarlo, dedicarle unos minutos al día, responder a los poquitos comentarios y releer las cosas que escribí hace tiempo, porque es una pequeña historia de mi vida, y para que sea mi vida no es imprescindible que los demás la contemplen y me cuenten qué les parece. Aquí cuento mi época de piso compartido, mi final de carrera, alegrías y fracasos amorosos, mi Erasmus, mi época como abogado en un despacho grande, la decepción que le siguió, mi decisión de opositar, mis primeros pasos como opositora... eso me basta, y por ello le tengo mucho cariño. No me gusta que todo se resuma en comentarios o visitas. Y si llega hasta aquí alguien que también tiene blog o está pensando abrir uno, no te desanimes y mantenlo: si te gusta escribir eso es más que suficiente, el blog es un fin por sí mismo, escribir es un hobbie muy sano que no tiene como condición necesaria la exhibición pública.

Por mi parte, sigo muchos blogs, pero comento muy de vez en cuando, muchas veces me da pereza, otras voy con prisas, y otras veces siento que tampoco interesa lo que yo tenga que decir al respecto. Al final sólo lo hago cuando de verdad creo, modestamente, que puedo aportar algo, o cuando, por algún motivo, le tengo un especial cariño al autor del blog. La verdad es que me da una vergüenza enorme ponerme a opinar. Sin embargo, me siento muy contenta cuando veo cualquier saludo tras una entrada del Periodicario, y me sorprende enormemente, ya que no logro comprender que despierte interés lo que escribo. Aún así, continúo con este cuaderno de notas, como yo lo considero, porque es de las pocas cosas que me dan sensación de continuidad cuando todo cambia.

3 comentarios:

Laura dijo...

Pues aquí va mi primer comentario (creo, y si no sería el segundo jeje) a tu blog, yo soy una de tus seguidoras que lo leen habitualmente y no comentan, lo cierto es que no me había parado a pensar si tenías muchos comentarios o no, porque suelo leer las entradas sin más, pero como pienso que tienes razón y que también es agradable recibir comentarios pues allá voy: la verdad que no recuerdo muy bien cómo llegué a este blog, no sé si sería linkeando en los favoritos de otros o por busqueda en google, pero lo cierto es que desde que te descubrí te tengo en favoritos y casi todos los días entro a ver si hay una nueva entrada. Supongo que sigo la mayoría de los blogs porque me siento en cierta medida identificada con el escritor, acabé derecho hace ya unos cuantos años y estuve preparando 5 años judicaturas, después de dejarlo estuve en un despacho un año y ahora, como tú, he vuelto al redil de las oposiciones (aunque en otras un poco mas asequibles). Sigo blogs de opositores porque me ayuda a no sentirme sola en este duro camino y supongo que me gustó el tuyo para autoconvenceme, mas si cabe, de que el mundo laboral es muy fastidiado (sobre todo para la mujer y el intento de conciliarlo con una vida personal y tener hijos) y quizás la mejor opción es sacar una oposición. Aunque yo por mi experiencia personal estoy también ya muy quemada con el tema opositoril jejej.
Así que espero que tengamos suerte en este nuevo intento de tener una vida "en condiciones", y consigamos en este nuevo año que ahora entra todos nuestros deseos. Un besazo desde Galicia.

Corpus dijo...

Hola VIC, la verdad es que el motivo por el que tengo un blog es practicamente el mismo que el tuyo. Me gusta escribir desde siempre y a través de un blog puedes expresar todo lo que se siente desde la libertad que te puede dar el anonimato.
No predicas en el desierto porque estoy seguro que mucha gente te lee aunque no se atrevan a comentar.Como te he respondido en mi blog ya te tengo en la lista de mis blog de cabecera y prometo seguirte. Además me gusta mucho como escribes y sabes expresar en palabras lo que quieres decir y eso no siempre es fácil. Así que espero no seas del tanto por ciento ese que termina cerrando el blog por falta de público. Un beso ;)

Vic dijo...

Qué sorpresa! He estado varios días fuera y me he encontrado con estos dos comentarios tan personales... ¡muchas, muchas gracias! Me habéis puesto una sonrisa de oreja a oreja, qué emoción! Y qué corte!! Un beso para los dos.