jueves, 31 de diciembre de 2009

Mi primera nochevieja

Me acuerdo perfectamente de mi primera nochevieja... fui a una fiesta de tiros largos, me hacía una ilusión... lo estuve preparando con mucho tiempo, pero como siempre, terminé dejando la mayoría de las cosas para el final.

Me puse un precioso vestido de raso, de Caramelo, de escote asimétrico, que hoy en día estaría totalmente de moda. Era largo (mi primer vestido largo!), y tan bonito que es la prenda de fiesta que más he reutilizado, para todo tipo de momentos. Se parecía un poco a éste, pero de color negro:



Tenía a mi familia entera concienciada con la causa: que si mi tía tenía un bolso que me iba genial, que si los zapatos en la tienda de mi tío, que si mi madre me acompañaba a por el maquillaje... al final yo quedé contentísima, sin embargo a día de hoy veo las fotos de entonces y... ¡Dios mío, qué fantoche! Menos mal que ya me conozco un poco mejor y sé lo que me va bien. La base de maquillaje (que actualmente no uso jamás de los jamases) era demasiado clara, y como por entonces llevaba el pelo de mi color natural moreno oscurísimo, el resultado era un aspecto a lo Morticia Adams, aderezado con unos labios rojizos que.. bueno, horror de los horrores. El escote del vestido, asimétrico, ya era bastante adorno por sí solo, pero yo decidí ponerme una gargantilla anudada al cuello con una rosa dorada de brilli-brilli espantosa, y las sandalias también eran doradas (los zapatos, junto con el vestido, el único acierto). Me puse el colorete demasiado fuerte, y me recogí el pelo en un moño casero, normal y corriente, a media altura, con la raya enmedio soso perdido, vamos, de maruja total. Pero iba yo más feliz que una perdiz, y me lo pasé estupendamente. Ni el garrafón, ni los baños sucios, ni el dolor de pies, ni el frío consiguieron aguarme lo pletórica que estaba.

Posteriormente he pasado por todo tipo de planes: desde fiestas más pequeñas, a estar en familia jugando a las cartas, a no hacer nada, recoger la mesa y a la cama. Hoy los planes son, una vez más, diferentes, más tranquilos, eso sí, y estoy segura de que esta noche será estupenda... sin embargo, estoy segura de que nunca, nunca se me olvidará aquella nochevieja de barra libre con mi vestido negro largo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, y cuantos años tenias?

Vic dijo...

Diecisiete...!