
Después de una semana en el nuevo trabajo, debería hacer algo de balance, pero para ser sincera, me siento tan abrumada por la cantidad de cosas que tengo que aprender, que me parece ridículo hacer cualquier clase de valoración tras sólo unos pocos días de estar por allí.
Lo que sí es cierto es que cada día me levanto contenta y llena de energía, y que, por algunos comentarios que he recibido de compañeros, transmito esa ilusión y alegría. Eso me pone un poquito orgullosa cuando lo oigo, porque no sólo es bueno ser, sino parecer, y las apariencias, sobre todo en los primeros momentos, son más importantes que la esencia misma. Hay momentos difíciles, pero estoy controlando bastante bien mis arranques de nervios y de genio, sobre todo porque en términos generales, todo compensa sobradamente. Estoy encantada de estar rodeada de gente muy inteligente, interesante, llenos de buen humor, y además, unos juerguistas de cuidado. Gente joven, de muchos sitios, que tienen mucho que aportar.
Qué decir de mis compañeros directos de departamento, que los que estaban de antes están teniendo una paciencia de santo con los que hemos entrado ahora, que dejan sus asuntos de lado en cuanto les hacemos una pregunta, que siempre tienen un momento cuando se lo pides, y que no les importa repetir lo mismo seis veces, y siempre con buen ánimo. Se nota que es gente a la que le gusta su trabajo, porque con la cantidad de horas que se echan ahí, o te gusta o te desesperas... en fin, espero que todas las buenas sensaciones que tengo ahora permanezcan mucho tiempo, y que dentro de unos meses pueda escribir una entrada como ésta.
Estoy completamente perdida de la actualidad, no veo telediarios, ni leo periódicos, ni nada parecido, eso es algo que no me gusta mucho, así que tendré que ir buscando mis métodos para estar al día, y en general, para sacar un poquito de tiempo para las tareas cotidianas. Pero no me agobio, seguro que poco a poco iré cogiendo el ritmo sin darme cuenta, e iré organizándome todo lo demás.
Por ahora, todo estupendo, al menos, hasta nuevo aviso!
Lo que sí es cierto es que cada día me levanto contenta y llena de energía, y que, por algunos comentarios que he recibido de compañeros, transmito esa ilusión y alegría. Eso me pone un poquito orgullosa cuando lo oigo, porque no sólo es bueno ser, sino parecer, y las apariencias, sobre todo en los primeros momentos, son más importantes que la esencia misma. Hay momentos difíciles, pero estoy controlando bastante bien mis arranques de nervios y de genio, sobre todo porque en términos generales, todo compensa sobradamente. Estoy encantada de estar rodeada de gente muy inteligente, interesante, llenos de buen humor, y además, unos juerguistas de cuidado. Gente joven, de muchos sitios, que tienen mucho que aportar.
Qué decir de mis compañeros directos de departamento, que los que estaban de antes están teniendo una paciencia de santo con los que hemos entrado ahora, que dejan sus asuntos de lado en cuanto les hacemos una pregunta, que siempre tienen un momento cuando se lo pides, y que no les importa repetir lo mismo seis veces, y siempre con buen ánimo. Se nota que es gente a la que le gusta su trabajo, porque con la cantidad de horas que se echan ahí, o te gusta o te desesperas... en fin, espero que todas las buenas sensaciones que tengo ahora permanezcan mucho tiempo, y que dentro de unos meses pueda escribir una entrada como ésta.
Estoy completamente perdida de la actualidad, no veo telediarios, ni leo periódicos, ni nada parecido, eso es algo que no me gusta mucho, así que tendré que ir buscando mis métodos para estar al día, y en general, para sacar un poquito de tiempo para las tareas cotidianas. Pero no me agobio, seguro que poco a poco iré cogiendo el ritmo sin darme cuenta, e iré organizándome todo lo demás.
Por ahora, todo estupendo, al menos, hasta nuevo aviso!
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