
Dos copas de ron con coca cola y unos cuantos frutos secos. Ésa ha sido mi cena. De nuevo con la ilusión perdida. Pero con la vista puesta en la amistad, siendo capaz de exprimir las cosas buenas de la vida, pendiente de lo que SÍ merece la pena. Quizá sea cierto, quizá no esté hecha para eso. Impar. Sí. Y qué.
3 comentarios:
Al final se aprende.
No hay nada malo en ser impar, hay épocas para ser impar y para ser par. Lo que si es importante es disfrutar en cada momento de lo que se tiene porque ambos estados tienen cosas buenas para disfrutar. Además, las cosas extraordinarias suceden... y cuando menos te lo esperas!! PAciendia!!!
Sí, todo tiene su lado bueno. Sólo hay que abrir bien los ojos y saber reconocer ese lado.
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