martes, 4 de diciembre de 2007

Early Christmas


Hace mucho que no me gusta la Navidad. Sé que tiene más simpatizantes que detractores, y también sé que está de moda decir que no gusta la Navidad. Básicamente no me gusta porque me resulta apología del consumismo y la hipocresía, porque hace frío, porque me resultan tristes, sufren aún más todos aquellos a los que les falta una madre, un padre, un hijo, un hermano. Los primeros anuncios de perfumes me ponen en alerta, y las luces de El Corte Inglés me confirman lo inevitable.


Esta mañana he leído en un diario gratuito de Londres que, según un informe publicado por Oxfam, los países ricos gastan tres veces más al mes en crema solar que en ayudar a los países subdesarrollados a adaptarse contra el cambio climático. Básicamente: "si no firmamos Kyoto, que se j.... los filipinos, que nosotros nos echamos factor 50". También he leído un anuncio en el metro de "redcards" o tarjetas de regalo para Navidad, sugiriendo regalar sesiones de masajes y nosequéterapia. Al mismo tiempo, los carteles de "Merry Christmas", el espumillón y las lucecitas invaden el ambiente.


¿Dónde está la verdadera necesidad? ¿Dónde queda el sentido de esta celebración? ¿Qué es la Navidad? ¿Porqué se comienza a celebrar un mes antes del 25 de diciembre?


* Mr. Scrooge reconoce que Londres está espectacularmente bonita así decorada.

No hay comentarios: