viernes, 28 de enero de 2011

Surfeando el principio del año

Me da miedo pararme a pensar nada relacionado con el tiempo de cotización que necesito para poder jubilarme y vivir con dignidad después (si es que llego a la jubilación, ya que a este ritmo no llego ni a las campanadas de 2012). Es un tema rancio y aburrido pero, sinceramente, me tiene preocupada.
(Bonita forma de empezar la entrada. No sé ni muy bien por qué, pero es lo primero que me ha venido a la cabeza al ponerme a escribir).
Este fin de semana estaré de viaje, ya que tengo una vista el lunes en el otro extremo de España. No me hace especial ilusión perderme la mitad del fin de semana obligadamente por motivos de trabajo, pero por otra parte, voy a estar en una zona de España en la que no he estado nunca. La pena es que no la podré disfrutar, llego casi a las 12 de la noche el domingo, y el lunes a las 15:30 tengo el vuelo de vuelta.
Cuando llegue el martes, tendré nueva compañera, a la que van a sentar conmigo en el nuevo sitio que me han asignado, que me gusta más. Espero llevarme bien con ella, porque compartir un micro despacho con alguien con quien no encaje... pero no me preocupa demasiado, no suelo tener problemas con esas cosas. Sólo espero que no sea muy habladora. La verdad es que me hace hasta ilusión, que desde que se fueron a principios de mes dos chicas, nos hemos quedado cuatro gatos y esto está muy triste. Y esta tarde hay otra entrevista a otra chica... esto es el reino femenino!
Me da miedo la semana próxima que me espera... Tengo varios vencimientos de temas complicados a los que apenas he podido meter mano, y con la semana que estoy pasando ahora mismo, ya llevo cansancio acumulado. El mes de febrero en general se presenta muy, muy duro, y creo que ésa va a ser la gota que va a colmar mi vaso. Estoy a la espera, pero con mis nervios y el cansancio acumulado, tengo un poco de miedo a "reventar". No sé, no sé... bastante vueltas estoy dándole a la cabeza estos días como para seguir machacando el tema también por escrito en el blog.
Creo que todos hemos querido alguna vez poner un chiringuito en una playa australiana, ¿no?

miércoles, 26 de enero de 2011

Miércoles por la tarde

- Hoy hace un día chungo. Chispea, hace mucho viento y un frío importante. No tengo nada importante que decir. Estoy redactando una demanda de desahucio, tengo que hacer dos escritos más o menos sencillos, preparar una Audiencia Previa y estudiar un asunto chungo. Bastante hay con lo que hay.
- Take it easy, Vic, o te va a dar algo. Si es que no te ha dado ya.
- ¿Tanto se me nota? Llevo kilos de corrector de ojeras. Por cierto, no sé hacer eso del take it easy, yo voy a morir joven de un infarto.
- Hay manchas grises que no se cubren con maquillaje... Y no te cabe más opción que abandonar el "yo soy así".

martes, 25 de enero de 2011

Quitarme de enmedio


Daría lo que hiciera falta por poder desaparecer temporalmente. Sin que nadie notase mi ausencia, quitarme de enmedio sin rendir cuentas, sin contacto con nadie, sin que hiciese falta para nada ni nadie me pidiese nada. Simplemente esfumarme.

domingo, 16 de enero de 2011

Tapas japonesas

Como este fin de semana está siendo tan poco interesante porque no me muevo de la silla y sigo con el informe, pues cuento que el viernes, después del teatro, fui a cenar con una amiga a un sitio de tapas japonesas. Me quedo muerta, tapas japonesas. Me sonaba bastante raro, pero luego no estuvo mal. Curioso, pero bastante clavo. Vamos, echando cuentas me salió cada trocito de sushi a más de un euro... Eso sí, todo el bar estaba lleno de gafapastas (entre los que me incluyo, que no llevaba las lentillas) y gente con cara de licenciados en filología y ciencias políticas del rollo "somos los más interesantes del lugar". Es un sitio como muy supercool, minimalista, y totally trendy, porque ahora lo in es la comida japonesa.
Había que verme a mí con el abrigo-capa puesto, porque no sabía dónde colocarlo (lo de los taburetes estratégicamente colocados debajo de la barra para colocar las cosas no lo practican los japoneses), con el bolso colgando del hombro, que se me escurría, y sin saber utilizar los palillos. "Así, como si cogieras un lápiz", me decía mi amiga. No lo veo, no entiendo cómo a una civilización se le ocurrió que dos palitos te podían facilitar la vida para comer, porque la realidad es que te la complican... Es una cosa que hay que aprender a utilizar, no es intuitivo, no es práctico... Bah, fuera palillos. ¿Y para el arroz? Por favor! Cómo una sociedad cuyo principal alimento es el ARROZ tiene como instrumento para comer los PALILLOS??? Es que no me entra en la cabeza!! ¿Cómo empezó el asunto? ¿A quién se le ocurrió primero?
Tengo que decir que me mofo, pero la verdad es que acepté ir al japonés porque no había probado el sushi en mi vida y me sentía totalmente off cuando alguien me decía "tía, nos tenemos que ver, super osea, que hace mil que no nos ponemos al día". "Sí, sí, es verdad", decía yo, "Pues entonces quedamos, y vamos al japonés que hay en (...), que es lo más". Acto seguido yo informo a mi/s interlocutor/a/es de que no he ido nunca a un japonés, y que no sé yo... y entonces me miran raro. Y yo me siento mal. Y juro que esa conversación se ha reproducido tres veces en las últimas dos semanas, con personas diferentes. Así que cuando mi amiga me propuso lo de las tapas japonesas, me pareció una señal, a pesar de que hasta la fecha la comida oriental no es mi pasión.
Pues no estaba malo. No es lo mejor que he probado en la vida, pero me lo comí sin asco, y eso ya es bastante, con la de prejuicios que yo tenía con los japoneses... se puede decir hasta que me gustó. Eso sí, para beber una caña, que de sake de ése (o como se llame) nada de nada. Bueno... en general una experiencia curiosa y en buena compañía, que al final es lo que más importa, ¿No?

sábado, 15 de enero de 2011

¡¡¡¡¡Necesito quejarme de todo!!!!!

El mes de enero está siendo duro. Los temas son farragosos, largos y feos. No tengo nada nuevo y me encuentro bastante desmotivada. Los asuntos que pensaba que ya se iba a facturar están atascados, faltan documentos, los clientes no mandan la información necesaria, tardan en contestar... Así no llego ni a 10.000 euros este año.
Han despedido a la chica que era mi única amiga en el despacho, y la otra chica con la que me empezaba a llevar bien ya ha avisado de que se va. Somos cuatro gatos, y ahora ni eso, esto está más solo y deprimente que nunca.
Tengo dos vistas dentro de poco, y odio, odio, odio las vistas ¿Lo he dicho? Las odio. Una de ellas a tomar por c*** de aquí, y encima en lunes, con lo que tendré que viajar en el fin de semana. Estoy asqueada.
Ayer estuve en el teatro, algo para romper la rutina. Lo malo es esa regla no escrita de que puede que no tengas planes en diez días, pero si te salen dos planes, coincidirán en el tiempo par que no puedas hacer las dos cosas a la vez. En fin... La obra estuvo bien , interesante y entretenida. La verdad es que no tengo ningún criterio para decir si una obra es mala o buena, lo valoro según cómo me lo pase, y siendo sincera me lo he pasado mejor en otras, pero ésta no estaba mal.
Hoy es sábado y estoy en el despacho, cagoento. Lo que me fastidia es que no es por un vencimiento, en cuyo caso no me importaría, es lo que hay... sino porque ayer al jefe le apeteció tener un informe de un asunto que lleva meses sopesándose y calibrándose... y ayer, viernes, a las 12 del mediodía decidió que quería verlo "encima de su mesa a media mañana del lunes". Así que aquí estoy desde las 10:30 de la mañana, después de pringar también la tarde del viernes, y mañana también pringaré todo el día. Molamazo.
Encima estoy acojonada, porque es un tema del que no tengo ni idea, ni tampoco ningún compañero, ni el jefe. Le he preguntado a mi novio, que también es abogado, y no lo ha visto en su vida... así que me fui a comprar libros, a la bilioteca del Colegio de Abogados y a rastrear jurisprudencia. Ahora mismo tengo un barullo mental alucinante... y lo mejor de todo es que el supuesto de hecho aún no lo tengo claro. Esto es la muerte en alpargatas.

viernes, 7 de enero de 2011

Día de Reyes (título original, qué pasa)


Hoy en general ha sido un buen día, como corresponde. Soy una niñata para todo el tema de los Reyes, necesito ver la cabalgata el día de antes y empaparme del ambiente de la calle el día 5 por la tarde, pasar todo el día dando vueltas, y después estar con la familia -soy un bicho raro al que no le gusta salir esa noche-. Lo raro es que soy muy, muy poco familiar, pero hoy hago una excepción. Ayer cumplí con todo lo que quería, así que me quedé contenta.

Algo curioso de este año es que la novia de mi hermano (18 años) lleva en mi casa desde el domingo, no es de aquí y ha venido a pasar unos días. Es la primera vez que alguien diferente a nosotros cuatro está en casa la mañana del día 6, y aunque la niña es majilla, educada, discreta y esas cosas, para mí ha sido un poco raro, la verdad. Una de las cosas de que yo sea la mayor de los dos es que con mi hermano mis padres están mucho más relajados... ni me planteo el que mi novio durmiese en mi casa cuando yo tenía esa edad, ya ni digo el amanecer aquí el día de Reyes.

Menos mal que mañana es viernes, se hace más "light" lo de volver al trabajo (sólo un día de descanso y ya tengo depresión post vacacional, no soy blanda ni ná): salvo cataclismo no pienso ir a trabajar por la tarde -si hace falta me traigo el portátil a casa-, y es que mañana noooo quieroooooo iiiiiiiiiiiir aaaaaaaaaal coleeeeeeeeeeeeee.........

martes, 4 de enero de 2011

Poniendo cara

Hoy podría contar que ha estado a punto de caerme una bronca gorda sin comerlo ni beberlo, pero que al final, afortunadamente, he conseguido probar que yo no tenía nada que ver con el asunto. Puedo contar que el ambiente se corta con un cuchillo, no sé qué ha pasado con la Navidad, que en vez de ablandar corazones ha afilado espadas. Puedo contar también que he hecho la primera mini factura del año (con eso no voy a ninguna parte, pero ya no estoy en blanco)...


Puedo contar cosas del trabajo. Pero hoy no me apetece. Ayer me llevé tres alegrías enormes en Facebook de tres personas geniales. Sois mucho más guapas las tres de lo que me imaginaba.


Barbecue!

Propósitos (poco románticos) para el año


Es tarde ya, pero no quería empezar faltando el primer día a mis obligaciones bloggeras.

El día ha sido raro, poco intenso de trabajo pero movidito. Nos han planteado los objetivos globales para el año, y los individuales para cada uno de nosotros. Personalmente, veo inviable la facturación a la que me han dicho que tengo que llegar, y nos han advertido de que quien no llegue a ello en diciembre "se bajará del barco". Tengo dos opciones: o amargarme y estar todo el día calculadora en mano sumando y sumando a ver si llego, o simplemente hacer las cosas lo mejor posible y a ver qué pasa a final de año.
Yo no me busco los clientes, sino que los temas me los asigna el despacho, así que el hecho de que yo llegue a la facturación dependerá de qué temas me asignen (y también, por supuesto, de que yo sea capaz de resolver asuntos). Lo que me preocupa es que, tomando como referencia la facturación que he hecho en el medio año que llevo trabajando aquí, en proporción tendría que duplicar lo hecho hasta ahora. Sobra decir que lo veo más que difícil, ya que, como soy el último mono, la última en llegar, todos los temas pequeños, de facturas cortas, me caen a mí. Y para alcanzar los objetivos previstos tendría que emitir más de 25 facturas de las cortas al mes. No me salen las cuentas, no me salen. No voy a estar todo el año preocupada por este asunto, pero desde luego en el día en que me han dado la noticia, sí que he estado reflexionando bastante sobre esto.

Por lo demás algo relajado... salvo vencimientos, estos días "navideños" -por llamarlos de algún modo- estoy optando por tomármelos con tranquilidad, ya que si no libro, como buena autónoma, al menos debo descansar un poco, que llevo casi 6 meses seguidos del tirón sin vacaciones de ningún tipo, y acuso el cansancio.

domingo, 2 de enero de 2011

¿Nunca es tarde para empezar?


Retomo mi blog a día 2 de enero. Podría haberlo hecho el 1, por eso de ser ordenada y cumplidora con los propósitos... pero no nos vamos a engañar, ni soy de fuerza de voluntad firme, y siquiera tengo muy claro lo de volver a la blogesfera.

Por si queda algún seguidor fiel o como dicen en la tele, para aquellos que se acaban de incorporar, diré que dejé las oposiciones y he vuelto a trabajar en un despacho. El nuevo no es de relumbrón ni campanillas, como era aquel en el que empecé a trabajar hace ya más de dos años, sino uno como otro de tantos, fundamentalmente dedicado al Mercantil, por hablar en términos generales.

Dejé las oposiciones porque en el Debate del Estado de la Autonomía el Presidente anunció que se iba a congelar la plantilla de funcionarios de la Junta de Andalucía hasta 2013: es decir, que no habría oposiciones hasta entonces, y que la tasa de reposición sería del 5%, o lo que es lo mismo, que de cada 100 jubilados/fallecidos/etc sólo se repondrían 5 plazas. No hace falta decir la indignación, llantos, arrancamiento de mechones de pelo a causa de la histeria y demás gestos de desesperación que hubo en mí al saber la noticia. Me lo estuve pensando varias semanas y al final decidí "qué carajo, si no es el momento ahora, pues no es el momento, y qué se le va a hacer". Lo cierto es que me sentí que desperdicié un año y bastante dinero, para no haber tenido ni siquiera una oportunidad, y para lo segura que estaba de que era eso lo que quería.

Finalmente decidí buscar trabajo, y empecé pensando qué es lo que quería, y a rellenar curriculos on line, a mandar mails, cartas, a darme de alta en páginas y páginas de búsqueda de empleo. Pero en lo que yo quería no había ofertas, ni recibía noticias de nadie. Una vez que comprobé que siendo selectiva no iba a ninguna parte, decidí "echar a todo". Tras un mes de tomarme el hecho de buscar trabajo como un trabajo en sí (es decir, levantarme pronto, ponerme a ello, comer, y volver a ponerme), conseguí que me pidieran una entrevista de un despacho de abogados con buena pinta, la hice y me ofrecieron el puesto.

He de decir que no deseaba volver a ejercer, y que tengo claro que la abogacía no es MI profesión, pero he de ser realista, y no puedo estar pensando en las musarañas mientras España está en crisis. Tengo trabajo, hago curriculum, aprendo una profesión y aprendo Derecho, me mantengo actualizada, adquiero "skills" -como se dice en inglés, o "habilidades", gano dinero... es más ventajoso estar así, la verdad. Sin embargo, ni me siento realizada ni feliz, no voy a engañar a nadie. Hay días que lo veo más negro que otros, pero lo cierto es que no me siento identificada con mi trabajo. Supongo que es lo que toca, que en este momento hay una enorme mayoría de personas que o bien hacen algo que no les llena -que es el mal menor-, o lo que es peor, no consiguen trabajo ni a tiros, o tienen que contentarse con un trabajo muy distinto a aquél para el que están preparados. Así que me siento una privilegiada en ese sentido.

Por estas evidentes cuestiones, el blog VUELVE a cambiar de nombre, y me autodoy la bienvenida. Saludos a quien me lea y saludos a mí misma, por volver a la afición de escribir.

Ciao.
* Nota: No sé si se da el caso en esta entrada, pero se dará en las próximas seguro, y antes de que digáis "uy la Vic que iba de culta y mira tú que se pasa las tildes por el mismísimo ojal del abrigo", advierto: me gusta escribir y por tanto procuro hacerlo lo mejos posible: cuidar la puntuación, evitar las cacofonías, utilizar el vocabulario más apropiado y cuidar la ortografía... pero la RAE me la ha jugado recientemente con las tildes y ya no sé qué narices va con tilde y qué no. Ni decir que me niego a poner "sexi" o "pirsin", porque esto es un desmadre... ¿Tengo que escribir todos los extranjerismos como suenan o sólo algunos? Porque por ejemplo, si escribo software como suena, tendría que poner "sóggüer" (yo lo digo así, que soy andaluza), y no hay palabra equivalente en el español. En fin... sólo es un aviso a navegantes.