domingo, 14 de septiembre de 2008

Un paréntesis


Durante las próximas tres semanas estaré ausente del Periodicario. Esto, evidentemente, es un aviso para los millones de lectores habituales que colapsan la página :-P Me voy a hacer un curso de la empresa con pinta de interesante pero también de agotador. Echaré de menos escribir, curiosear por aquí y sobre todo, tener tiempo libre para hacerlo. Pero ya se sabe que sarna con gusto no pica. Espero que todo sea para bien y que a la vuelta, la recuperación se haya producido por completo y una renovada Vic se enfrente de nuevo a lo cotidiano.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Todo es posible


He escuchado en la radio un anuncio que me ha pulsado la tecla de pensar. El anuncio en concreto era de un centro comercial, y su eslogan o frase final era "Todo es posible". Me ha llamado al principio la atención porque me ha parecido que la frase no tenía nada que ver con un centro comercial, y ya me he quedado pensando. Si dicen todo, será todo. ¿Realmente todo es posible? Se dice que querer es poder, famosa frase bien repetida y sobada, que de tanto haberse dicho, casi ha perdido significado. ¿De verdad querer es poder? Entonces será que no quiero lo suficiente algunas cosas, como volar o ser invisible. Tampoco tantas otras dificultades diarias que hacen que la sonrisa a menudo sea una mueca difícil de dibujar. No sé si será que la voluntad debe ser más fuerte de lo que es, porque si eso fuera así, yo sería capaz de doblegarme y sacar la voluntad necesaria para conseguir algunos sueños, que hoy por hoy me parecen inalcanzables.

Sí que es cierto que hay muchas cosas que no se consiguen porque no se buscan todos los medios ni se pone todo el esfuerzo para ello, y que todos nos podemos proponer lograr mucho más de lo que nos proponemos. Hay que ser resuelto, decidido, y sobre todo, no tener miedo. El miedo y la excesiva preocupación por el futuro es lo que más paraliza y el mayor fabricante mundial de fronteras personales. Deberíamos liarnos más veces la manta a la cabeza y ser capaz de no temer a las decepciones, si te propones llegar al 10 puede que no consigas el 10, pero quizá llegues al 8. En cambio, si por el miedo a fracasar en tu búsqueda del 10, te propones llegar al 5, seguro que llegas al 5, pero lo más probable es que tampoco alcances el 8.

No sé si todo es posible, pero sí que son posibles de realizar muchos sueños que aún están por materializar. Cierra los ojos y piensa ¿Qué es lo que deseas? Yo tengo un par de ideas ;-).

viernes, 12 de septiembre de 2008

No te acostarás sin saber una cosa más: las lagartijas huyen de la luz

Ayer por la noche, llegando a mi casa: subiendo las escaleras exteriores percibo una presencia extraña… miro a izquierda, a derecha… no veo nada, y sin embargo sé que hay algo… y lo veo. ¡¡Es una lagartija enorme!! Gorda como una vaca sin ordeñar, ¡Es una salamanquesa radioactiva! Terminé de subir las escaleras y di la luz del porche. Mi intención era fotografiarla con el móvil, porque nadie iba a creerme cuando lo contase, pero como mi móvil mucho wifi pero no tiene flash, pues como no hubiera luz poco iba a conseguir. Lo malo es que la bombilla no iluminaba la zona donde estaba ella. Miro: ¿dónde está? Se había apartado para ponerse más en la oscuridad.

Volví a bajar las escaleras para dar la luz de abajo y conseguir iluminar toda la pared. Pasé a unos centímetros de ella, no sin mucho asco y sin querer mirarla (sé que es mentira, pero de pequeña me contaron que escupen y que si te da en un ojo, te quedas ciego. Es como lo de que si bizqueas los ojos, te quedas así. Nunca te lo acabas de creer pero lo haces con cuidado, por si acaso). Total, que cuando volví a subir, oh sorpresa, se había escabullido por completo entre las plantas. Me quedé sin foto. Aquí dejo una que hice otro día de una parecida, solo que palabrita que la que vi ayer era más grande.

Empiezo a pensar que está pasando con las salamanquesas de la pared como con los mosquitos tigre: nos invaden especies raras de otros países o de otros climas, porque yo jamás había visto nada igual. Y una es urbanita, pero ha pasado muchos veranos en el campo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Recogiendo

Hoy, mucha información recibida. Tengo que procesarla y reflexionarla. Aparte de todo, ha sido de esos días en los que sientes que la suerte está de tu lado, aunque sea en tonterías y piensas ¿Será que me va a empezar a ir bien?

martes, 9 de septiembre de 2008

Adiós, verano


El verano da sus últimos coletazos. Agridulce estación, plagada de tópicos. Eso de “el amor de verano”, el “verano de tu vida”, las “vacaciones de verano”, la “Operación Salida” y su consiguiente “Operación Retorno”. Las fiestas de los pueblos, las siestas largas, las diferentes competiciones deportivas vistas por televisión (ya sean el Tour, la Vuelta, las olimpiadas, la Eurocopa, o el Mundial de fútbol). La playa, la montaña, las cigarras y las hormigas… es quizá la época del año más famosa.

Suele tener buena fama, y es que desde la infancia está asociada con las vacaciones, y aunque ya de mayores, verano y vacaciones no tengan por qué estar asociados, lo cierto es que continúa siendo la época dorada del año. Y como ocurre en los casos de cuando se espera algo con ganas y se espera mucho de ello, cuando se pasa, suele dejar un regusto de frustración, porque, siempre deja lugar a la decepción.

El verano, no nos engañemos, es una época cruel. Deja al descubierto cada uno de los pequeños complejos que los seres humanos tenemos: que si este michelín por aquí, que si tengo unos pelos que no me gustan nada por allá, que si estoy aún blanco y ya yodos están morenos, y tengo que parecer que me lo paso de puta madre y estoy descansando como todos aunque sea mentira. Deja al descubierto, también en muchos casos, la escasez de vida personal que muchos tienen al margen del trabajo. Con lo intensas que son las jornadas laborales, y el poco tiempo que se tiene, hobbies, proyectos y demás son borrados del vocabulario. Y cuando se tiene tiempo libre, no se sabe qué hacer.

Hay que irse de vacaciones, aunque sea al pueblo de al lado, y pintarlo como si fuera el mejor viaje posible, porque queda muy triste a la vuelta eso de “¿Y a dónde has ido de vacaciones?” “Estooo… no, mm… a ninguna parte. Pero oye, queeee, que me lo he pasado muy bien… si”. Aunque no tengas un duro. Aunque hayas tenido una semana de descanso.

En verano es cuando se produce el mayor índice de divorcios y de ruptura de parejas. Cuando pasan mayor tiempo juntos es cuando se descubre lo poco que tienen que ver las parejas entre sí, lo poco que de verdad han compartido durante el año, los pocos planes que son capaces de llevar a cabo con ilusión. Se cansan, se aburre el uno del otro, descubren que no se soportan. De todos modos, hace poco, escuché en el telediario que este verano no sólo no han aumentado los divorcios, sino que se han ¡reducido! Con lo de que la gente ni tiene dinero, no se tiene ni para divorciarse: abogado, una nueva vivienda… y además, sal mucho más caro vivir solo. De algo tenía que servir la crisis, la Iglesia frotándose las manos (¿Estará la crisis urdida por una trama eclesial con Rouco Varela como artífice? Toma nota, Dan Brown).

Con la Vuelta al Cole de El Corte Inglés ya se sabe que empieza el otoño, y es que los del tiempo no se han enterado de que son los grandes almacenes los que marcan el calendario en España: la primavera empieza cuando pasan los 8 días de oro precedidos de las rebajas de enero, y el otoño con la Vuelta al Cole. En el telediario meten el vídeo de todos los años del síndrome postvacacional (por si no sufres del síndrome, para que te enteres de que te queda poco de vacaciones) y las colas de coches en las autovías con españolitos dentro volviendo a sus lugares de origen. Actimel opina que tanto estrés afecta a tus defensas y se vuelve a hablar de La Liga.

En verano se abandona la vida cotidiana y se aparcan las preocupaciones rutinarias. Pero cuando se vuelve nada está como se dejó. Muy a menudo, la vida ha girado un número considerable de grados, e incluso la faz del propio país ha cambiado. Podría decir que en lugar de Vicente Vallés me he encontrado con La Campos, muy a mi pesar, pero dejaré a un lado la frivolidad. ¿Qué han sido las vacaciones para la familia de quienes se montaron en el famoso avión? O para todos aquellos cuya empresa se cerró en julio y no se ha vuelto a abrir en septiembre. Se habla de lo caros que son los uniformes de los colegios, pero la verdadera cuesta de septiembre la sufren todos los que hemos visto que están en la cola del Inem, haciendo horas extras de mendicidad por un puesto de trabajo, y no creo que se preste a ello la debida atención. El umbral de pobreza engulle poco a poco a más capas de la sociedad y no percibo angustia en la clase política por ello.

También podría extenderme sobre el hecho de que Rusia haya desafiado a Occidente con la invasión de Georgia, pero a la vista de la poca relevancia concedida a este acontecimiento, no será la que escribe la que se meta en camisas de once varas en su blog escribiendo sobre ello. Ya se sabe que en España, el concepto “política exterior” se asimila al de “política extranjera”. Pero me atrevo a apuntar a que el mundo ya no está como lo dejamos en el mes de junio.

A mí me gusta la tranquilidad, la vida corriente, los días normales. El despertador que te recuerda que falta menos para el viernes, los fines de semana, los días esporádicos de fiesta. La vida ordenada, mi lugar, mi tarea determinada, la previsibilidad del día a día. Yo digo: ¡bendita rutina!

De todas maneras, como todos, yo también cuento los días que quedan para las vacaciones de Navidad.

Fiesta sorpresa


Como decía al final de la última entrada, efectivamente fui a tomarme algo... pero lo que no sabía es que mis amigas... me tenían preparada una fiesta sorpresa!! Fue lo más emocionante del mundo, y es que nunca habían hecho por mí algo así. Era algo muy sencillo, pero lleno de cariño. Cuando llegué estaban ahí, esperándome. Lo habían decorado precioso, se habían dejado los pulmones inflando globos, había regalos... Estaba todo pensando en mí.

No es la fiesta en sí, es que pasa como con los regalos: lo importante no es qué te regalen, sino el hecho de haber estado un rato escogiendo, decidiendo, pensando qué puede gustar a la otra persona, hacer un pequeño esfuerzo en agradar al otro. Con esto es igual. Se portaron estupendamente, llenísimo de detalles, desde la bebida elegida, hasta lo que pusieron para comer, las flores para el pelo... todo! Nos lo pasamos muy bien, y fue muy emotivo y muy divertido.

En estos días difíciles se están portando fantásticamente, y estoy aprendiendo que de verdad, de todo lo malo se saca algo bueno, que es con lo que hay que quedarse. Si en un momento malo hay quien me ha fallado estrepitosamente sin esperarlo, también hay quienes me han llenado de cariño y amistades recuperadas también sin esperarlo, quienes me están demostrando que de verdad están "para las duras y las maduras", como dicen. Es algo muy grande que yo no me esperaba. Y eso se agradece, y da tranquilidad. Si de algo sirven las pruebas de fuego es para eso, para ver quién da la talla y con quién no se puede contar, para estar seguro.

domingo, 7 de septiembre de 2008

De vacaciones

Ya volví. El examen, ni idea. Hecho está. Ahora a disfrutar. Ay, qué ropa más mona me he comprado para el trabajooo... me veía en el probador en plan "Barbie abogada". Los zapatos han sido algo más complicados, pero ya está arreglado. Por la mañana, a tomar el sol (que ya se me había ido el moreno), y por la tarde, de museo.


Mención aparte merece la exposición "Sorolla. Visión de España". Es un conjunto de catorce paneles que componen una obra, encargada para decorar a modo de friso la galería de la Hispanic Society de Estados Unidos. Para ello, Sorolla hizo una serie de cuadros en paneles recreando diferentes zonas de España, su gente, la diferente luz que hay según la región, los trajes regionales, las costumbres... Son de un tamaño muy grande cada uno de ellos, las figuras son más o menos de tamaño natural, según el cuadro. Lo que más me ha gustado ha sido el tratamiento de los diferentes blancos, cómo los matiza y cómo pinta la luz que pasa a través de las hojas de los árboles, los claroscuros... además, hemos tenido la suerte de que gracias a un pequeño enchufe, la hemos visto con guía, y gana muchísimo. La guía llevaba un pequeño micrófono, y nosotros unos auriculares. Así ella no tenía que gritar y la oíamos sin problema siempre. Un sistema patentable para llevarlo de juerga y no tenernos que dejar la garganta!! Al final, un poster para cada uno de nosotros, de uno de los cuadros. Todo estupendo.


Ahora, a tomar algo. A sentir que son vacaciones! Relax! Take it eeeaaasy! :-)